Pasado judío de Ribadavia
El conjunto histórico-artístico de Ribadavia, reconocimiento obtenido en 1947, cuenta con un legado judío que rememora la presencia de población hebrea durante la época medieval. En el siglo XI y gracias a la presencia del Rey García, experimenta una destacada expansión territorial provocando a su vez un transcendental crecimiento demográfico.
La localidad comienza su transformación convirtiéndose en un importante núcleo poblacional. Con una privilegiada situación estratégica, son algunos los hebreos que de forma escalonada deciden emigrar hacia la villa, atraídos por las magníficas posibilidades de negocio que ofrece la zona. Sin embargo, el despegue definitivo de la pequeña urbe se produce en el siglo XII, gracias a que el vino del Ribeiro entra en una importante etapa de comercialización impulsada por la fundación de los monasterios de San Clodio, Melón y Oseira. En este punto, Fernando II decide concerderle el Foro Real de 1164, aportando a la población el argumento definitivo para su consolidación.
La primera referencia documental que apunta la presencia sefardí en la zona data de 1386. Se trata de la Crónica de Froissart, recopilación elaborada por Kervy Letenhove, que relata incursiones inglesas en diferentes puntos de la comarca. Los batallones ingleses comandados por el Duque de Lancaster, saquearon de forma continuada pueblos colindantes sin encontrar apenas oposición. Paradójicamente, en Ribadavia judíos y cristianos decidieron unir fuerzas y hacer frente a la represión inglesa. No obstante, sus intentos fueron en vano y tras una ardua batalla la contienda se inclinó del lado inglés. Este episodio, escrito a fuego en la memoria de los supervivientes, demuestra una hermandad sin precedentes que refleja la fantástica relación entre dos comunidades antagónicas en cuanto a aspectos únicamente culturales.
El linaje de los Sarmiento sigue muy presente en la memoria de los Ribadavienses. Gracias a esta afamada familia la villa se transformó en un punto de referencia ya en la época medieval. En el siglo XIV, Pedro Ruiz de Sarmiento pone la semilla iniciando el señorío de Ribadavia gracias a sus buenas relaciones con Enrique II. Posteriormente, Bernardino aparece como figura clave en el siglo XV por su importante actividad durante la Reconquista, labores que significarán la obtención del Condado para la villa.
Los Sarmiento mantuvieron importantes relaciones con judíos destacados. Entre ellos encontramos a Abraham de León, recaudador y mayordomo de otro ilustre de la familia, Don Diego, señor de Ribadavia. Este personaje tan relevante contaba a su vez con un médico personal, Salomó, que como podremos intuir también era de origen hebreo. Después de incluir pinceladas de una tradición que guarda infinidad de recuerdos e historias que parecen haber caído en el olvido, no podemos dejar de lado anécdotas como el proceso Inquisitorial de Malsín, el milagro de las hermanas Touza o la Tafona da Herminia…pero… mejor aún, por qué no me acompañas y te lo muestro?