A lo largo de la Historia han sido muchos los pueblos que trataron de conquistarnos y rendidos ante los misterios que atesoramos decidieron quedarse durante siglos.

Las piedras son testigo, desde los petroglifos y los dólmenes a las murallas que edificaron los romanos, pasando por las decenas de castros que hay. Poco a poco, se levantaron imponentes monasterios y catedrales que culminaron con la obra maestra construida en Santiago de Compostela.

Es esta la casa que ofrecemos a los peregrinos que llegan desde todas partes del mundo para dejarse purificar por el botafumeiro tras agotadoras jornadas de Camino de Santiago entre paisajes en los que se puede ver una infinita gama de verdes bosques rodeados por brumas, prados habitados por vacas y agricultores que, junto a pescadores y mariscadores, representan mejor que nadie el esfuerzo y trabajo duro.

Gracias a ellos deleitamos a los visitantes con los más exquisitos manjares. El océano bravo hace crecer los mejores percebes y en las calmadas rías se encuentran sabrosas almejas, vieiras y mejillones.

En las tierras del interior presumen de preparar el pulpo más rico, pero también tienen los mejores quesos, grelos, patatas y pan.

Somos especialistas en hornear empanadas de maíz, de berberechos, de zamburiñas y de todo lo que corra, vuele o nade; en cocidos; en tortillas; en mariscadas; en acompañar las xoubas con pimientos de Padrón (D.O.P. Pementos de Herbón); en asar castañas; en rellenar centollas y en aplicar innovadoras técnicas a unos productos naturales que se transfor­man en oro en manos de los nuevos chefs.

El sabor y singularidad de los vinos que amparan las denominaciones de origen de O Ribeiro, Ribeira Sa­cra, Rías Baixas, Valdeorras o Mon­terrei amenizan reuniones y en las sobremesas no pueden faltar el licor café, el aguardiente de hierbas o una mágica queimada, acompañada de conjuros. Saltamos olas buscando la fertilidad, llenamos las playas de hogueras en la noche de San Juan, tenemos piedras con poderes cura­tivos, hierbas en los acantilados que favorecen el amor y fuentes en las que brotan aguas milagrosas.

Si nos visitas, descubrirás parajes privilegiados donde los ríos serpen­tean encañonados entre viñedos, arenales blancos y finos bañados por un océano bravo, pueblos medieva­les y pesqueros con olores marítimos que te quedarán grabados en la me­moria, monumentos Patrimonio de la Humanidad e islas con especies únicas.

Vivir Galicia te aportará una experiencia diferente. Te alejarás de la rutina, recorrerás la naturaleza más pura, te perderás en el misterio y encontrarás la paz.